Situado a 125 kilómetros desde la ciudad de Panamá en la provincia de Colón, localizamos este histórico y maravilloso lugar denominado Portobelo.

En este emblemático lugar podrás explorar y descubrir los restos de edificaciones construidas en la época de la conquista española; un sitio que también fue considerado como el centro de operaciones marítimas y comerciales y que también fue objeto de ataques de piratas y corsarios en el Caribe.

En su poblado encontrarás la iglesia de San Felipe de Portobelo, un templo parroquial católico que data 1814 así como también los vestigios hallados de las antiguas estructuras que sobrevivieron al ataque comandado por el pirata Henry Morgan en 1670.

Alrededor de este lugar encontrarás una belleza extraordinaria que combina verdor de las montañas y lo cristalino de sus playas.  

Portobello cuenta con diversidad de hospedajes y hostales que ofrecen alojamiento frente a sus costas y desde donde podrás maravillarte con islas y playas con arenas blancas y aguas transparentes ideales para practicar deportes de natación y disfrutar de unas excelentes vacaciones.

Historia del sitio:

Cristóbal Colón llegó a la bahía de Portobelo en su cuarto y último viaje a América a bordo de la Santa María. El enclave en el que se fundaría Portobelo fue descubierto el 2 de noviembre de 1502. Tras quedarse admirado por la belleza le asignó el nombre de Puerto Bello. Sin embargo, Colón seguía pensando que había llegado a Oriente, y que este lugar era el paso Katay. De aquel "Puerto Bello" derivó finalmente su actual nombre, Portobelo.

No fue hasta el año 1597 cuando Francisco Velarde y Mercado, un conquistador español, funda la ciudad de San Felipe de Portobelo siguiendo órdenes del rey después de que el pirata inglés Francis Drake destruyera la anterior población de Nombre de Dios.

Portobelo se convirtió en un puerto de exportación de los tesoros de oro y plata que llegaban desde Perú, los cuales eran transportados por mar hasta Ciudad de Panamá y luego cargado en mulas a través del istmo hasta Portobelo, desde donde se transportaban hasta Europa.

En 1980 las ruinas de las fortificaciones españolas junto con el Fuerte San Lorenzo fueron declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.