Esta es la historia de un detrás de cámaras del concierto musical con el maestro Juan Luis Guerra y su Orquesta en el Estadio Rommel Fernández, organizado por una de las empresas de mayor reconocimiento y trayectoria de Panamá: Magic Dreams Productions.
Un evento único en su clase, bajo condiciones naturales pocas veces experimentadas en nuestra ciudad y con altos niveles de requerimientos técnicos y de organización que han debido superar regulaciones nacionales, requerimientos técnicos internacionales y que, no hubiese sido posible, sin la entrega comprometida de un equipo talentoso de personas llenas de mucha energía positiva, pasión y ganas de brindar al público un espectáculo inolvidable y de calidad.
4:45p.m. llegamos al terreno y observamos a Víctora, gerente de Panatickets y su equipo de trabajo verificar que el montaje de sillas y mesas del terreno estuviese impecable, numerado y que coincidiera con el mapa de diseño. Un trabajo que a simple vista parece sencillo, pero con un grado de dificultad mayúsculo por el número esperado. Esa logística dependerá de meses previos de planificación y diseño.
Antonio y Paolo, encargados de la producción general y de supervisar cada eslabón en la cadena de andamiajes de la producción audiovisual en tarima y en el resto del venue, han debido invertir horas de planificación midiendo tiempos y horas de trabajo humano, contabilizando milimétricamente el área de montaje, analizando flujos y accesos al estadio, orden y tiempos de montaje, señalización, equipos, seguridad y toda la logística técnica y de trabajo que solo se perciben cuando como asistentes llegamos al evento.
Aquí también intervienen los proveedores, gente profesional y emprendedores de nuestro país que llevan años dedicados a la industria del sonido, luces, video, estructuras, mobiliarios, etc., sin dejar de destacar la numerosa mano de obra de diferentes disciplinas que se ve contratada para todos los procesos de organización de un concierto de esta magnitud.
5.00p.m., nos encontramos con un rostro muy querido en la compañía, Lita del Carmen, encargada de la hospitalidad y camerinos del talento artístico nacional e internacional, ella junto a su equipo ultiman detalles sobre la lista de requerimientos para que la experiencia durante las próximas horas sea lo más placentera y acogedora posible. Aquí los detalles de decoración, ambientación y gastronomía son indispensables en la preparación de los artistas minutos antes del show.
Xenia, coordinadora del BTL y Concesiones camina de prisa, garantiza que cada marca y patrocinador cuente con la debida exposición y reconocimiento en este evento. Ellos también desarrollarán algunas activaciones de marca e interacciones que involucrarán la participación del público.
Patsy, encargada de Marketing y RR.PP., es la cara ante los invitados mediáticos, dará la bienvenida a los periodistas, fotógrafos y representantes de medios digitales, ofreciendo las últimas indicaciones de los puntos y área donde serán ubicados para la cobertura del show.
“Todos a sus puestos”, “abrimos puertas en 10 minutos”, indica el productor general; es el anuncio más esperado del día, inyectando adrenalina a todo el equipo de trabajo que se encuentra atentos en los diferentes puntos del complejo deportivo.
Esa adrenalina se percibe también desde los cientos de asistentes que empiezan a ingresar ansiosamente desde las distintas áreas del coliseo. Algunos llevan horas en fila e inclusos días en la ciudad, han venido solo para presenciar en vivo a su ídolo y disfrutar de sus éxitos musicales, los cuales han estado presentes en sus vidas por varias generaciones.
6:00 p.m. el cielo se torna gris, cae la noche y muchos nubarrones darán paso a la inevitable tormenta, acompañada de truenos y relámpagos que iluminan el gigante escenario. Muchas personas tratan cubrirse y refugiarse dentro del estadio, especialmente las que han comprado butacas en terreno.
Las horas de espera transcurren en agonía sin saber en qué momento dejará de llover y si lo hace que solo sea "Café en el Campo", como rima la canción del maestro, solo quedaría esperar con mucha incertidumbre. Ese momento es aprovechado por el personal de Magic Dreams para dar una última revisión de la operación.
8.30p.m. la lluvia sigue intensa, no cesa, los relámpagos se escuchan con mayor inclemencia, parece un diluvio; miro las predicciones del clima en mi celular y aquello parece no tener fin, la lluvia se vuelve implacable.
De la nada se hace una tregua, aunque la danza de llovizna seguía sigilosamente.
9:15p.m. “Iniciamos rundown”, “empieza el show”, se da el pitazo inicial… El conjunto folklórico panameño daba paso al talentoso artista nacional "Alejandro Lagrotta"; que fue despedido con emoción y aplausos, especialmente desde las graderías techadas, desde donde la gente tenía una vista panorámica de todo el coliseo deportivo.
10:00p.m. todo queda en silencio y en completa oscuridad, la gente percibe que algo se aproxima en tarima, empieza el frenesí y la algarabía del público... Los asistentes encienden las luces de sus móviles en señal de saludo.
De pronto tambores y videos en pantallas acompañan los ritmos tropicales que abren paso al inicio del espectáculo tan esperado. El maestro entra en escena y el estadio entero se convulsiona, como si se tratase de la anotación de un gol final.
“Rosalía" y "Travesía” son los temas con los que “El Maestro” enciende la agitación del público. Más de 20,000 almas bailan y corean a todo pulmón. Otros 18 temas repasarían la lista de los éxitos seleccionados para este tour denominado “Entre Mar y Palmeras”.
12:30 a.m. El público pide a toda voz: “otra, otra, otra”… y con el ritmo y son característico el gran Juan Luis se despedirá solo por esta noche con su tan popular “Bilirrubina”.
Una noche mágica dice el público extasiado, “pagaría por volver a verlo”... “un espectáculo impecable y de escala mundial”… la gran tormenta y los relámpagos no limitaron al público para disfrutar de esta esperada función.
Los asistentes usualmente no se fijan en todos los detalles, horas y esfuerzos que hay detrás de la producción de un mega-show como este, dice el “Big Boss” de la empresa. “Son los detalles los que marcan la diferencia y nos motivan para continuar haciéndolo mejor cada día. Seguimos aprendiendo con cada evento, para poder llevar la mejor experiencia al público panameño, esa es nuestra promesa y razón de ser”.
Por: Ricardo David Araúz
Especialista en Comunicación y Eventos.